Hoy mientras caminaba por una acera un tanto descuidada, llena de azulejo roto y con dificultad para caminar a todas aquellas despistadas que van a la corre y corre y son las 8:30 de la mañana y se van cambiando marometicamente el tenis o zapato bajo por un mega tacón que no se como puede entrar en una bolsa de 15 cm de largo y donde además traen todo el material de cincel para su lindo y lavadísimo rostro. En fin, para no desviarme y comenzar a pensar chingaderas políticas; les cuento que note algo muy raro; y es que la gran mayoría de los que andan corriendo, o se avientan una lucha libre a 1 sola caída por la entrada de 5 cm al metro o metrobus esta presente todo menos una cosa: la mente.
Es casi como un cuento de terror ver como actúan todos como un gran modo zombi....en pen.....samiento filosófico; o al menos es lo que yo puedo notar; pero de verdad la inercia en sus cuerpos es tal que toda reacción es automática; y digo reacción porque media ciudad en hora pico es 1000% reactiva. Y si no claro ejemplos de como podemos comportarnos a plena luz del día..... (o noche).
¿Neta, esto se ve bien?... a muchos les dará risa pero a a otros inclusive hasta miedo les causa, y la razón de este tipo de pleitos muchas veces es porque estamos en un estado tan alejado de la realidad que reaccionamos negativamente a cualquier situación; no permitimos que aquella persona que va a un lado de nosotros falle, o cometa un error, simplemente estamos dispuestos a juzgarlos y a ponernos primero a nosotros como prioridad.
Y en una jungla de 18°C a las 8:30 de la mañana no es un escenario perfecto para que a la mujer u hombre que se le hace tarde, pueda soportar el empuje o palabrerío de otra persona que esta exactamente igual que ella, estresada, deprimida, con problemas y con un paradigma de que su vida es producto de la sociedad y no de ella misma.
¿Qué pasaría si nos pusiéramos en los zapatos de otros? ¿Por qué simplemente no tratamos de entender a los demás y nos respetamos? La respuesta es sencilla.....Estamos enojados; y no precisamente con los demás.
En la segunda parte les contaré cual es el terrible mal que nos aqueja.
