lunes, 30 de junio de 2014

La derrota de la esperanza

La alegría que comenzó ayer muy temprano en tierras lejanas con el grito de México, México; terminó en llanto y en una nueva frustración de que el equipo jugará uno de sus mejores partidos. Brasil, nuevamente vio caer a un grupo de jóvenes que lucho al máximo por obtener la victoria ante un equipo que es grande, pero que jugo como un helado derritiéndose (y si desde ahora me choca el helado Holanda); y no nada más a un grupo de jóvenes vestidos de verde que se la jugaron con todo; sino también vio caer a una afición que era la más entregada y un poco desmadrosa pero lo más importante: volvió a creer.

Si el día de ayer, la selección de México regalo un sensacional partido contra la escuadra holandesa, que pese a su juego tibio y sin magia fueron en cuestión de minutos superiores a nosotros y lograron pasar al tan anhelado 5 partido. Ahora, lejos de venir a hablar de fútbol o de las fallas que presentaron ambos equipos; me toca escribir de la lección de vida que nos dieron este caluroso domingo en Fortaleza, un equipo de personas en la cual no se creía hace más de dos meses. ¿Recuerdas cuando les mentaste la madre todavía apunto de viajar a Brasil cuando perdieron un amistoso con una Bosnia que no tenía figura y el pensamiento fue: No mames y estos son los seleccionados de la copa mundial? Y también apuesto que dijiste: "estamos fritos" (por no dejar estamos de  la chin....).

Conforme avanzó el Mundial, el publico comenzó a creer, a realmente soñar con un avance más concretos, se veía a un equipo entero, con forma y muchos comenzaron a verle posibilidades únicas, el poder medirse con los grandes, a nadie se le tenía miedo. Y es que se venció en la frase de grupos a un Camerún que lejos de su fortaleza futbolera, tenía una fortaleza física imponente; se venció también aun anfitrión apagado, nervioso y poco táctico, y la mención honorífica para un chamaco en el que nadie creía (Sir Memo Ochoa) y por ultimo a un equipo que aunque tiene buenas estrellas futboleras jamás pudo crear esa magia por la mentalidad tan fría que tenían (los guapísimos Croatas).

Se esperaba el día de ayer a aun equipo holandés, un equipo grande, que llegaría a imponer su nivel de juego; y una vez más los soñadores mexicanos dieron cátedra de que soñando se puede lograr... ¿Entonces donde esta el problema?; el problema, es algo que viene desde épocas de nuestros antepasados (si mi querido lector, usted miró muy bien)... ¿Qué cual es la relación?, pues la mentalidad, si nuevamente si leíste bien; la mentalidad de que al alcanzar algo estamos condenados y tenemos que perderlo y no crecer. Es ahí en donde se tiene que trabajar, es en la parte mental en donde México tiene que crecer, quitarse fantasmas, sentirse menos y no confiarse y como lo demostraron ayer morirse en la raya.

Es importante, que esa pasión que juegan en el campo y el sentirse ganadores en ella, también lo realicen dentro de su cabeza, que se lo crean, que lo vivan y lo decreten; el cuerpo técnico debe de apostar por entrenamientos para un mejor control de emociones y enfoques de tácticas y estrategias que permita que estos soñadores tengan la confianza de crecer muchísimo más grande; que se sientan invencibles. Porque ayer lo fueron, ayer se dieron a la tarea de hacer crecer a toda una nación, pero siento que ustedes no terminaron por comprársela y el miedo los venció.


Ochoa, Herrera, Dos Santos, Hernández, Márquez, Guardado, el Piojo y todo el equipo que enfrento con ímpetu y con garra este mundial, aun si las estadísticas no los favorecían, demostraron que el trabajo en equipo es fundamental para vivir al límite la pasión por la que ustedes decidieron seguir; no olviden que aquí en su país, ya los esperan muchos para felicitarlos; escuchen las críticas de aquellos que se sienten directores técnicos, pero que ellas sean un impulso de seguir creciendo, de seguir haciéndonos creer. Que hoy, la derrota sea esperanza para dentro de 4 años, que se hagan escuchar en la FMF para que bajo el timón del Piojo Herrera (es un piojo muy pinche agresivo jejej) vayan juntos como equipo, porque ese también es el problema: que al no haber una continuidad pues el equipo jamás se complemente y simplemente pasa a ser un equipo de personas desechables... no lo permitan, no dejen que ese ángel de equipo que tienen vuelva a ser destruido por intereses de terceros.

Y a la afición que en este Mundial volvió a creer en su equipo, les recuerdo algo: 

SIGAN CREYENDO, ESTA DERROTA ES EL INICIO DE UNA ESPERANZA NUEVA PARA RUSIA 2018.